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Senadores estadounidenses abogaron por el levantamiento del bloqueo que su país aplica a Cuba desde hace más de medio siglo, un paso clave para avanzar hacia relaciones bilaterales normales.

“Esperamos que el embargo llegue a su fin pronto”, afirmó en declaraciones a Prensa Latina el senador demócrata por Vermont Patrick Leahy, una de las personalidades que acompañaron al secretario de Estado, John Kerry, en la ceremonia de izamiento de la bandera de Estados Unidos en la embajada de Washington en esta capital.

De acuerdo con el congresista, el cese del cerco económico, comercial y financiero debe ser uno de los pasos siguientes al restablecimiento de vínculos diplomáticos y la reapertura de embajadas, materializados el pasado 20 de julio.

Leahy admitió que “todas las diferencias entre ambos países no pueden resolverse en un día”, pero el bloqueo debe terminar cuanto antes.

También el senador republicano por Arizona Jeff Flake defendió el levantamiento de la unilateral medida.

Precisamente algunos de sus correligionarios -el llamado partido rojo domina ambas cámaras del Congreso norteamericano- constituyen el principal obstáculo para que el Capitolio derogue el bloqueo, convertido en ley en 1996 con la firma de la Ley Helms-Burton por el entonces presidente William Clinton.

A juicio de Flake, “los hechos en el terreno superarán a la política”, en alusión a la batalla en el Congreso para acabar el cerco, lo cual reclama el actual presidente estadounidense, Barack Obama.

Si ocurren cambios, en áreas como los viajes a la Isla y el comercio, será más fácil removerlo, advirtió aquí en diálogo con Prensa Latina.

Cuba y crecientes sectores de la sociedad estadounidense coinciden en señalar que no puede hablarse de relaciones normales entre dos países y pueblos si uno de ellos ejecuta sanciones contra el otro, incluida las prohibiciones de viaje a sus ciudadanos y de comercio.

PL