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Tomado del Editorial Granma

El Guinness World Records –conocido como Libro Guinness de los récords– recoge anualmente logros humanos y del mundo natural, registra los hechos más populares, insólitos y asombrosos.

Comprobar y documentar acontecimientos inimaginables en el universo para recopilarlos en una de las publicaciones más vendidas sobre la Tierra, es tarea ardua. Los récords plasmados en sus ediciones lo mismo provienen de recónditos lugares que de sitios cercanos, como el que circunda al presidente número 45 de los Estados Unidos.

Desde antes de traspasar el umbral de la Casa Blanca, Donald Trump ya fundía los cimientos para implantar marcas inalcanzables en el hecho de mentir más que cualquier otra persona, y su muy posible récord del 2017 –aún con tiempo para incrementarlo– ¿lo someterá al criterio de la prestigiosa publicación?

El mismo 20 de enero pasado –día de su investidura– pocas horas después de la ceremonia, el entonces portavoz de Trump, Sean Spicer (dimitió meses después), les gritó a los periodistas por haber difundido que la toma de posesión de Barack Obama en el 2009 tuvo una concurrencia mayor. «Fue la asistencia más alta de cualquier inauguración presidencial y punto», zanjó agitado Spicer, tras lo cual la asesora Kellyanne Conway intentó tirarle un salvavidas al speaker diciendo que hablaba de «hechos alternativos».

Tres semanas después de su ascención, el presidente aseguró haber protagonizado la mayor victoria electoral desde la época de Ronald Reagan, pero realmente Barack Obama y George H. W. Bush obtuvieron más votos electorales que él. Un periodista de su mismo partido republicano le rectificó el dislate, y así le respondió: «Ah, no sé, me dieron esa información».

Transcurrido el primer mes del cuatrienio Trump, afloraron sus engaños, falsas acusaciones y frases autocomplacientes, al punto de que en ese lapso el diario Washington Post le detectó 100 mentiras por medio de su sección The Fact Checker, dedicada a indagar sobre la veracidad o falsedad de las declaraciones de figuras
públicas.

Más adelante, el mismo espacio del rotativo reveló que en los primeros 100 días de su mandato, el magnate inmobiliario había propagado 492 declaraciones falsas o engañosas. The Fact Checker mide el nivel de falsedad de los pronunciamientos de los personajes analizados en una escala llamada «Pinocho», que va del uno al cuatro, en la que el actual gobernante de Estados Unidos ha sido calificado con el número máximo en varias ocasiones.

ACECHANDO A SU PROPIA MARCA

La megalomanía del republicano, expresada en adjudicarse éxitos ajenos, y sus conocidos aportes de informaciones inciertas, parcialmente ciertas o abiertamente falsas, han ido en ascenso. Más de 15 veces ha repetido que gracias a la presión de su administración sobre los países miembros de la OTAN, «miles de millones de dólares están siendo destinados a ella con mayor rapidez», mientras es conocido que desde el 2014 –cuando él ni siquiera rondaba la oficina oval– esa alianza había acordado aumentar el gasto de cada nación al 2 % de su PIB en una década.

Ya en el pasado agosto –siempre según el Washington Post– Trump había sobrepasado las 1 000 mentiras, declaraciones falsas o engañosas, y su promedio diario se consolidó en 4,9, superior al 4,6 cada 24 horas reportado por el mismo diario durante las fechas iniciales de su ejercicio. Con ironía, medios de EE.UU., entre los que se cuenta el influyente The New York Times, «lamentan» que, a pesar de su aceleración, el presidente posiblemente no alcance las 2 000 pifias en el año.

No son casuales sus falencias. Trump ha reiterado más de 40 veces que les ahorró a los contribuyentes estadounidenses 725 millones de dólares tras negociar con la firma Lockheed Martin el costo final del caza bombardero F-35, a sabiendas de que el Pentágono había anunciado esa reducción antes de que el mandatario se reuniera con el titular del gigante de la aeronáutica.

Para concluir, una muestra reciente de su incongruencia durante su discurso de la semana pasada en Beijing, sede de la Cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico. Reportó Prensa Latina que, anclado en su repetido eslogan «Estados Unidos primero», el mandatario advirtió: «Ya no vamos a dejar que se sigan aprovechando de los Estados Unidos»…«No entraremos en acuerdos grandes que nos tengan maniatados». Después, en uno de sus mensajes en las redes sociales sobre su gira por Asia, dijo tener buenas noticias para su país junto a las naciones de la región Indo-Pacífico, a las que exhortó a «prosperar una al lado de la otra». ¿En qué quedamos?

Trump va camino de implantar su propio récord, y, mientras tanto, ¿cuántos «Pinocho» más ganará?